El director del teatro, Juan Francisco García Saorín, destaca que en estos momentos la cultura en general, y las artes escénicas en particular, especialmente el teatro, son productos de primera necesidad para nuestra sociedad, de los que no podemos prescindir. La calidad y diseño de los espectáculos programados es una de las características de éste festival que se podrá disfrutar hasta el 4 de octubre.
La 51ª edición del Festival de Teatro de Molina de Segura ya está en marcha. Hasta el 4 de octubre se podrá disfrutar de un total de 20 espectáculos, once en el Teatro Villa de Molina y ocho en el Auditorio Municipal Tomás Fernández Gil, tanto de forma presencial como vía streaming.
Juan Francisco García Saorín, director del festival, destaca que ante las dificultades encontradas y el esfuerzo que supone llevarlo a cabo el festival es una la “reivindicación, una trinchera en defensa del teatro. a lo que añade: “Somos el único festival de teatro de la Región de Murcia y de los pocos a nivel nacional que ha resistido a la pandemia”.
Por este motivo, desde el festival se han tomado muy enserio las medidas de seguridad y se ha procedido a reducir los aforos hasta las 100 butacas a la par que ofrecer la posibilidad de seguir las obras vía streaming para que “la gente pueda verlo desde el salón de su casa, su ordenador o teléfono móvil” a mitad de precio hasta completar aforo y que podrá comprarse desde la página web del teatro (teatromolina.es). “Se va a transmitir todo íntegramente”, asegura García.
“Otra característica es la calidad y diseño del programa. Hemos hecho un programa para todos los públicos, es decir, que todo el mundo puede disfrutar de un espacio. Nos hemos juntado con teatro circo para que se puedan disfrutar de malabares, acróbatas y demás, a la par que tenemos obras de teatro dramático. Pero nuestra prioridad, sin duda, es la presencia de grupos murcianos en nuestro festival a los que ayudamos como plataforma para hacerse más conocidos”.
Por otro lado, desde el festival se ha querido destacar también que se está cumpliendo “a rajatabla” las “tres claves que recomiendan desde Salud”: la reducción de aforos a través de un distanciamiento social de 1,5 metro para evitar el contagio, la limpieza de los espacios y el uso de geles hidroalcohólicos tanto en las salas como en los espacios comunes, así como la utilización obligatoria de mascarilla. El objetivo es “convertir el teatro en un espacio seguro”, recalca García.